I

Elocuencia

El silencio,
poesía
sin pronunciar.
El silencio
no necesita
un ropaje de sonidos
para revelar
la desnudez
de la palabra.




Ausencia

¿A qué hora de la distancia
me he despertado hoy,
que mañana
es sólo
una burbuja de espera?
Afuera, nadie,
y una lluvia de frío
cae.




Ritual

Baila una muchacha
en el bosque;
el viento, excitado,
levanta su falda;
muslos de piedra transparente,
intimidad de follaje
entre los dedos del sol.
Bajo sus pies,
la tierra se inflama;
surtidores de fuego
forman llamas,
llamas hombres,
hombres bosque,
baila la muchacha.




Encuentro

La mirada se prolonga
por los andariveles
fragmentados del silencio.
No roza las imágenes intermedias
ni se detiene en los muros subrepticios
de las palabras.
La mirada, hebra de luz
en el trayecto compartido
con otra mirada.




Lenguaje oculto

Tal vez el hombre
sólo escucha su palabra.
Cuando el silencio de la piedra
se convierte en sonido,
se funda otro lenguaje;
palabras nuevas,
monólogo solapado
que el hombre no percibe.




Adaptación final

Ambulo enmascarado,
como un furtivo ladrón de gestos.
La máscara es flexible,
se transforma constantemente
ante las muecas de otras máscaras.
Sé que mi último rostro
será igual
al de la máscara.




Hallazgo tardío

He recorrido
la mayor parte del camino
mirando hacia atrás,
y también adelante.
Siempre girando la cabeza,
como un robot silencioso.
Recién ahora,
cuando el sendero se va terminando
y el tiempo es incierto,
descubro que debí haber mirado
sólo el lugar de cada paso
y disfrutado con ello,
ignorando la leyenda vana
de mis huellas
y el horizonte lejano
y brumoso.




Irremediable

Padezco la obsesión
de una imagen persistente.
En inútil intentar un pensamiento
desprendido de esa imagen;
o pretender la sigilosa costumbre
de la coherencia.
Es una mujer,
estoy perdido.




Siempre

La noche bebió vino
y bailó desnuda entre los huesos de la niebla.
Alejandra Pizarnik

Árbol en llamas,
madeja centelleante,
torrente de mariposas encendidas.
Soy
el fuego
que el viento dispara
hacia Ella,
como luz
quebrando la noche.




Bifurcación

La palabra que me nombra
contiene otra palabra,
que la boca no pronuncia.
La palabra
sin pronunciar
también me nombra.




Paradoja

A veces
el culpable
es víctima;
pero tiene la coartada
de estar
muerto.




Extremos absolutos

La poesía es la noche: se alimenta de
monstruos y símbolos, es el lenguaje
de las tinieblas y los abismos.
Ernesto Sábato

En mis persistentes
cabriolas mentales,
me elevo y desciendo,
como ícono oscilante.
Nunca me detengo
en la vaga neutralidad
del centro;
que no es agua
ni fuego,
que no es día
ni noche.
Sólo en las alturas
y los abismos,
habitan los fantasmas
que me nutren.




Percepción

Debemos conseguir que la rosa
que acabamos de crear al mirarla
nos cree a su vez.
Roberto Juarroz


Se mira a un pantano
como se mira
a una rosa.
Lo que cambia
es el ojo oculto.
del ojo.




Acto subrepticio

Hay hojas escritas
y hojas en blanco.
Pero también hay otras
que no están escritas
ni en blanco:
aquellas
que relatan la historia
de lo que no ocurre.
nunca.




Sólo una espera

Suponer que alguna vez
no estabas es un absurdo;
o simplemente una ficción.
Sé que siempre estuviste en mi piel,
como las palabras del poema
que nunca escribí.
Al fin te trajo el tiempo
y el poema se escribió a sí mismo.




Acceso íntimo

Tengo un afecto profundo
por mis grandes manos,
porque descubren tu universo
de fuego y musgo;
porque borran el abismo
y la sombra del hueco vano.
Tengo un afecto profundo
por mis grandes manos,
porque inventan un espacio
donde dos
se convierte en uno.




Un poema para ella

Sobre tu cuerpo en sombra
estoy como una lámpara.
Octavio Paz


Soy el fuego bajo el agua
que enciende tu cuerpo sumergido.
Soy el humo del cigarrillo
flotando en tu boca.
Soy el ojo de tus senos
mojados por la lluvia.
Soy musgo
en tu piel excitada.
Soy el aire que respira tu gemido.
No quiero ser otra cosa.
Lo demás es polvo,
que el viento depositó en mis hombros.




Fatal

El hombre proyecta
su mirada
más allá de lo que sus ojos ven;
advierte en el fondo borroso
de la llanura,
un anciano agonizante.
Aunque la bruma es espesa,
nota que tiene
sus propias facciones
y sabe que se llama
igual que él.




Uno

All my life I was afraid of being alone, and all my life
I was alone and never knew it.
Morris West


Un solo hombre
nace y muere
en todos los hombres.
Es el único;
ser fragmentado.
Creer que hay miles de millones
es una ficción
inventada por el hombre
que siempre
está solo.




Visión

Vi
cuando cerraron mis ojos.
Vi
cuando acomodaron mi cuerpo.
Vi
las flores vanas.
Nunca vi
lo que había pasado
antes.




Otro universo

Tinieblas luminosas,
claridades oscuras,
sólo percibidas
por el hombre que no ve.
El ciego
deja de ver afuera
lo que ve en su espacio,
donde luz y oscuridad
inauguran
una visión despojada.




Imitaciones

El mundo se repite demasiado.
Es hora de fundar un nuevo mundo.
Roberto Juarroz


El trazo de un rasgo
copia los surcos
de otro rasgo.
El agua copia al rocío,
el rocío a la humedad
del ojo y del párpado;
la pampa a la lejanía,
la lejanía a la soledad.
Y hasta la muerte puntual
copia
a la muerte.




Erial

Hay umbrales
en los espacios vacíos
y en los espacios plenos,
en el agua,
en el viento,
en el pensamiento:
íconos de la vacilación,
de no estar adentro
ni afuera:
de no ser árbol
ni tierra;
ni páramo
ni jardín.
Permanecer en los umbrales
es habitar el espacio
donde todo
es nada.




Cronología alterada

A mi padre, fallecido hace mucho tiempo.

El tiempo, que me transportó
con persistencia
de agua torrentosa,
ahora comienza a detenerse;
cuando permanezca inmóvil,
estaré en otro espacio,
donde me aguarda,
más joven que yo,
mi padre.




Formas efímeras

La condición de ser rosa
es un simulacro.
También es un simulacro
la condición de ser musgo.
Las figuras sólo son
representaciones fugaces
de otras figuras.
Más aún,
los simulacros de la rosa
y del musgo son
un ensayo
de los simulacros
del hombre.




Apertura

Cada hombre lleva,
del otro lado del rostro
los rasgos son su prólogo,
como un código oculto.
Pero a veces
el prólogo y el rostro se unen
y modelan un semblante nuevo:
su caricatura.




Actitud

Para borrar
la palidez del páramo
se necesitaría una nube verde;
pero las nubes verdes
sólo habitan el espacio
de una pradera
que tal vez el ojo no ve.
Para borrar la palidez
del páramo
solo bastaría
transformar la mirada.




Imprescindible

Todo busca un apoyo:
el mar,
la piedra,
el hombre.
Vale un hilo delgado
o una hebra de lluvia.
Sólo hay que descubrirlo,
o quizá
inventarlo.




Esencial

Dar vuelta la solapa del tiempo,
descubrir el pasado,
buscar entre sus pliegues
las figuras ocultas.
Historias aviesas
en el costado oculto de la memoria.
Conocer fantasmas y demonios
es iluminar la oscuridad
lacerante
del ojo.




Sosiego

Quisiera derramarme
como la lluvia pausada.
Penetrar en la tierra
y dormir en su prieta calidez,
como una semilla incierta.
Ser árbol,
y en la llanura infinita
gozar con el viento
los murmullos compartidos.

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