Prólogo

Y para qué ser poeta en tiempo de penuria?, interroga Holderling en su poema Brood und wein.
Sergio Bartés vuelve a ofrecernos poesía a traves de su segundo libro, “Hallazgo tardío”, hecho que celebramos dado el contexto de advesidad o nihilismo subjetivos que parecen campear en nuestra sociedad argentina actual.
Nos complace verificar que a pesar de las penurias por las que atraviesa nuestro pueblo, aún existen los poetas, aquellos capaces de atreverse a la aventura de la búsqueda incesante acerca de los sentidos del existir.
En uno de los poemas, justamente el que da nombre a la presente obra, el poeta dice:

“Recién ahora,
cuando el sendero se va terminando
y el tiempo es incierto,
descubro que debí haber mirado
sólo el lugar de cada paso”.

Al igual que Holderlein, muchos se preguntarán por qué escribir, y quizá la respuesta a este interrogante se pueda encontrar en la palabra de los poetas.
Siempre resulta interesante escuchar con atención lo dicho por poetas y locos, pues, en su discurso hallamos un plus de sentido entre la maraña del mundo de las palabras que nos nombran y nos determinan, poniendo de relieve nuestra falta en ser. Al respecto, en su poema Bifurcación, S.Bartés expresa:

“la palabra que me nombra
contiene otra palabra
que la boca no pronuncia”

Si es una tarea improbable definir una esencia que nos constituya a priori subjetivamente, no lo es tanto asumir que indudablemente somos seres de lenguaje, habitantes del habla y en ese espacio de habilidad del ser algo nos interroga incesantemente y nos habla a través de él.
Quizá la aventura asumida por Bartés sea una de las más arriesgadas y bellas que se pueda intentar alcanzar a decir un poco más en lo dicho acerca de nuestra condición de estar arrojados al mundo.
Si la palabra nos divorcia del orden natural y promueve la interrogación subjetiva por la angustia del existir, que mejor que una buena pregunta a una respuesta simplificadora. Y cuánto mejor, si podemos construirla con los parámetros de lo bello.
El poeta se interroga acerca de LA VERDAD, aunque quizá sólo sea posible encontrar al final del camino una porción de esa verdad, lo cual relanzará permanentemente se búsqueda a través de la producción poética. Esta idea se patentiza muy claramente en las dos últimas preguntas retóricas que cierran el poema “Anticircunloquio”.

Dónde se refugia
la palabra no pronunciada?
en qué tiempo habrá enmudecido?.

La poesía de Sergio Bartés pretende construir, a partir del dolor del existir, metáforas que permitan abordar la tan compleja temática del ser. No obstante, a través de sus poemas es posible encontrar el amor, deseo, la mujer amada, las pasiones vitales y los afectos.
Sin duda, el autor logra articular hábilmente estos dos planos, el metafísico y el de las viviencias cotidianas bajo un estilo que les es propio, caracterizado por la aguda reflexión intelectual y el sutil manejo del lenguaje poético.
Su poesía proporcione al lector la posibilidad de acompañar junto al placer de la lectura, la construcción de sus propios interrogantes, pasiones y deseos.

Gabriela y Rubén

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